Lo que el profesor Morson publica en la Enciclopedia Británica acerca de León Tolstoi (ver recuadro), posiblemente es una de las mejores síntesis sobre sobre la vida y el legado de este excepcional ser humano. Una existencia inusualmente compleja, abundante en observaciones, pensamientos, experimentos y obra escrita. El hilo conductor para comprender y sobre todo poder hacer nuestro el legado de Tolstoi está en su capacidad de observación, su pasión por la vida y por escribir y, desde ahí, su atención eminente a la necesidad inaplazable de justicia y reivindicación para los pobres y marginados. Las obras de Tolstoi no están solamente en la literatura, sino también y quizás más, en su búsqueda de nuevas formas de pensar, filosofar y actuar, para combatir desde la raíz diversas formas de injusticia. Destaca en este contexto su atención a la educación de los niños, que lo llevó desde la crítica severa a una filosofía educativa de espaldas al educando, a la construcción de una visión diferente y su experimentación en la práctica.
“El rechazo de Tolstoi a la filosofía de la educación -escribe el profesor británico Daniel Moulin- surgió de sus preocupaciones sobre lo que se identificaría en la terminología contemporánea como “injusticia epistémica” o “epistemicidio”: ¿Cómo podría la filosofía europea informar un plan de estudios y una pedagogía para el campesinado ruso cuando las propias formas de conocimiento de los campesinos eran más valiosas para sus formas de vida? Tolstoi intentó responder a esta pregunta interactuando con niños en escuelas campesinas. Esta experiencia informó el desarrollo de su propia visión del mundo, articulada en los últimos años de su vida: una visión de unir los conocimientos de los pueblos indígenas de diversas épocas y lugares para lograr lo que él consideraba la búsqueda del conocimiento auténtico.”
La actualidad de las preguntas y búsquedas de Tolstoi es innegable, como podemos verlo en lo que dice Moulin casi al final de su muy interesante escrito: para Tolstoi, “si bien se deben abordar las ideas de los filósofos, el maestro y el alumno deben ser los árbitros y evaluadores de estas ideas, asumiendo el papel de los filósofos para informar la tarea práctica de vivir y vivir éticamente… ignorar una injusticia, pasar por alto la experiencia de los demás y su derecho a la autocomprensión es algo de lo que podemos ser considerados culpables.
Daniel Moulin (2023), Tolstoy on the injustice of the philosophy of education, Journal of Philosophy of Education, Volume 57, Issue 3, June 2023, Pages 643-660. recuperado el 4/07/2024