En un mundo donde las crisis son constantes y las libertades están en juego, la obra de Giorgio Agamben nos ayuda a pensar y actuar de manera más consciente y crítica. Las siguientes son algunas de sus líneas de reflexión.

  1. El estado de excepción permanente. La humanidad vive bajo constantes estados de crisis (sanitaria, económica, climática, de seguridad) que justifican medidas extraordinarias, como la vigilancia masiva, la restricción de derechos y el control gubernamental de la vida cotidiana: ¿realmente es necesario este nivel de control? ¿Se está abusando del miedo para justificar la represión?
  2. Biopolítica y control del cuerpo. Agamben destaca en su obra cómo los Estados y las instituciones progresivamente regulan nuestros cuerpos: desde la gestión de la salud pública hasta la imposición de normas sobre quién puede vivir o morir en determinadas condiciones (como los refugiados, los migrantes y los prisioneros): ¿se percibe la sujeción de la vida humana a una regulación invisible que normalizamos sin darnos cuenta?
  3. Las Fronteras entre lo Legal y lo Ilegal. En su fórmula del “homo sacer”, Agamben explica la situación de una persona que puede ser castigada e incluso eliminada sin que ese castigo se considere un crimen: ¿ocurre algo o mucho de esto en campos de detención de migrantes, en zonas de guerra o de marginación donde no hay derechos humanos?
  4. Nuevas Formas de Comunidad. Agamben critica la idea de comunidad basada en la pertenencia a una identidad fija (nacional, étnica, religiosa): ¿necesitamos se parte de comunidades más abiertas, incluyentes y solidarias, sin discriminación ni jerarquías?
  5. La Profanación como Estrategia de Resistencia. La profanación, propone Agamben, consiste en recuperar para el uso común lo que ha sido sacralizado por el poder, ya sea del Estado, la religión o el mercado. ¿es importante desmitificar y desmercantilizar bienes, recursos, información, símbolos y relaciones humanas?