En el ambiente actual de infodemia y manipulación informativa, que privilegia la capacidad de inventar una realidad sobre el ejercicio de comprobarla en los hechos, las voces disidentes que proponen cambios de fondo son frecuentemente confinadas a espacios académicos. Sin embargo, marginación no significa que esas voces no son necesarias, para salir de la prisión informativa e ideológica que impide comprender mediante una verdadera contrastación de ideas y realidades.
Una de estas voces es la de Slavoj Žižek, filósofo esloveno que pone en nuestro camino propuestas y argumentos provocadores. Sus ideas se abren a una amplia gama de temas, desde la política global hasta la cultura popular, con un enfoque crítico que invita a reconsiderar nuestras perspectivas sobre el mundo contemporáneo. Destaca en la reflexión crítica de Žižek lo que él llama el “capitalismo verde”, tema sobre el que publicó un libro en 2011. Argumenta el filósofo que muchas empresas se “curan en salud”, por decirlo así, presumiendo tener “conciencia ambiental”, simulando un compromiso con la ecología en sus procesos productivos, que liberan a la empresa y a sus clientes de toda responsabilidad ambiental, mientras promueven el consumismo depredador de ese mismo ambiente.
En el tema de las ideologías, sobre el cual escribió el libro: The Sublime Object of Ideology (1989), Žižek expone cómo las ideologías no son simplemente conjuntos más o menos articulados de ideas políticas, sino verdaderas estructuras que organizan nuestra percepción de la realidad. La tarea, propone, es desmantelar estas estructuras para imaginar nuevas formas de organización social.
En torno a estos y otros temas igualmente importantes, Žižek insiste en un enfoque interdisciplinario que procure alternativas a un sistema que se mantiene en una crisis perpetua.